Tuve la oportunidad de conocer a Aitz en mi paso por Bilbao en 2007 y desde entonces supe que tendría un fisio/osteópata en el que podría confiar plenamente en cualquier momento de mi carrera
Desde el primer día, sentí que con él también estaba en las mejores manos. Y algo clave en esto que la calidad humana vaya de la mano con la profesional